Mi corazón se ha vuelto contra mi, ahora que mas necesitaba su latido apagado y que al verte no palpitara, fue un alto traidor a mi nación, pues amarte se ha vuelto un gran pecado, se supone decidiríamos no volver a caer a nuestros brazos, pero en cambio me hallo en tu cama haciéndote el amor. Admito no me arrepiento y que si el infierno es mi destino, no importa, pues el haber conocido el paraíso aunque sea unas horas, bien habrán valido por un infinito de pena.
¡ Estúpida! Acabo de recordar que jamas tuvimos un inicio, eso significa también que no tendremos un final, yo así lo deseo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario